20090513

La Fotografía.

Cuando tendió la mano, la miré fijamente y pestañeé. No podía ser lo que estaba pensando que era, me había prometido a mi misma no torturarme más con ese trozo de papel, me parecía imposible que lo que había entre su alargada y lisa mano fuese, precisamente, la fotografía que haría que me derrumbase de nuevo. La miré. Puestos a caer, caería del todo, estaba decidida. La cogí, la levanté y me la llevé a la boca. Cerré los ojos y me temblaron las rodillas, era demasiado vulnerable. Me concentré en ella. Olía exactamente igual que la última vez que la tuve cerca. La observé con detenimiento; Dos personas me devolvían la mirada contentas, felices. Solo tuve tiempo de fijarme en una de ellas. Miré sus ojos, de ese marrón color café, su nariz, su boca. El atisbo de sonrisa que se le adivinaba en los labios. Sus mejillas. El pelo negro. Ni siquiera me fije en la otra persona, a la que conocía demasiado bien, aunque su expresión de felicidad no fuese la que reinara en su cara ultimamente; En lo demás no había cambiado. Conseguí localizar el paisaje que tenían detrás, pero no me podía concentrar en ello, solo tenía ojos para él. Quien no hacía mucho tiempo fue mi día a día. Mi debilidad. Mi miedo y seguridad...

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