20090515

Supongo...

Encaramada a su espalda, todo parecía más bonito. Deslicé mi mejilla por su cuello, y me quedé así, sintiendo palpitar su yugular, intentando recordar cuanto hacía que no me acercaba ni siquiera cincuenta centímetros a él; No me acordé, y tampoco me importó, simplemente me limité a escucharle. A olerle. Sentí cosas, que supe, me traerían problemas más tarde, cuando los recuerdos hicieran acto de presencia. Sin embargo, me limité a apretarle más junto a mí, sin fuerza de voluntad alguna, como cada minuto que pasara no se fuese a repetir jamás. Y así fue.

1 comentario:

  1. es bonito mientras no piensas en nada, mientras estás ahí con él/ella, aunque en realidad es engañarte a ti mismo/a, estar ahí sin preocuparte aún por los recuerdos te mantiene en tu sitio. Cuando llegues a casa y te tumbes en la cama todo será distinto y empezarás a notar un sentimiento doloroso a la altura del pecho que no deja dormir..
    Si lo sabré yo..

    ResponderEliminar